Los Tres Medallones: CAPÍTULO
20.
-
Aún puedo salir de aquí, con vida…- pensó Meddes, tendido en el suelo,
arrastrándose por la tierra que se agrietaba hasta desmoronarse, aquel abismal
muro conocido como ‘‘El Limbo’’ se desplomaba y todas sus partes se desprendían
10.000 metros
de altitud…
Arcas
Sannon, ahora el sacerdote Meddes, contemplaba dicho final y lo comparaba con
el escenario de destrucción de Morgana. A fin de cuentas, ambos mundos
perecían.
Los
rayos abrían los cielos y exterminaban los últimos rastros del Templo de la
Muerte, que cómo Meddes sabía, había sido nombrado así debido a que guardaba el
TORQUEM, el único artefacto capaz de controlar al PRODIGIUM, el dios de la
muerte o el caos…
La
columna vertebral por fuera de la piel de Meddes, que funcionaba como un
armazón, se desprendió de su cuerpo y le quitó peso; dejándolo completamente
desnudo, a gatas sobre el suelo.
Chasqueó
los dedos con sus pocas fuerzas y una tapa metálica apareció en su palma, la
mitad del medallón…
Meddes
estaba herido, débil y cubierto de varias lesiones graves; sin embargo, no
procuraba rendirse… podía encontrar otro sueño y aferrarse a él. No tenía por
qué morir allí.
Y
entonces… la tapa de bronce que sostenía en la mano brilló tan intensamente que
lo cegó de su único ojo sano.
Un
individuo apareció a sus espaldas, el sujeto con la armadura aterradora y aquel
casco con formas puntiagudas: Hariet.
-
¿Con
vida, aún?- fue lo primero que le dijo.
Meddes suspiró y siendo incapaz de levantarse, movió la cabeza hacia su hombro
para examinarlo- Hiciste bien, sacerdote. Muy bien. Todo lo que me
dijiste era cierto… - a continuación, un
rayo penetró una porción del muro, lo que causó una explosión, varias rocas los
acecharon. Hariet ni siquiera le dirigió la mirada a los peñascos que
procuraban aplastarlos, cerró el puño y dichos escombros se congelaron hasta derretirse mediante un fuego azulado.
-
Los poderes de Amdor… ¿Cómo?- vociferó Meddes, petrificado.
-
Otra
de mis metas es poseer todos los corazones del cofre- respondió Hariet- Seré
incluso más fuerte que Amdor y Tritán juntos.
-
Esos elementales murieron…
-
Exacto.
Lo que hizo más fácil la extracción.
Eso no es todo… - Hariet realizó una
pistola imaginaria con los dedos y un hilo eléctrico destruyó una roca a lo lejos-
Los
poderes de tres elementales… mediante la técnica que me enseñaste.
-
Vi las memorias de uno de los JEN, su cuerpo se esfumó durante la explosión en
la Isla Flotante.
-
Se transportó al MUNDO HELADO, muerta. La encontré y le quité el corazón. Los otros dos
fueron más difíciles de hallar…
-
¿Sabías lo del gran precepto, verdad? ¿Sabías que ninguno de los dos podía
morir si el otro vivía?
-
Si…
- se escuchó una risita repugnante bajo
la máscara- Mis poderes son todo un misterio, sacerdote. Apenas llevo un año con mi
verdadero cuerpo y me cuesta acostumbrarme. De alguna manera, LO SABÍA. Y no te
lo dije porque tenía la esperanza de que te mataran. ¿Qué podría esperar de
esas almas bondadosas? Son incapaces de ensuciarse las manos…
-
Quiero saber otra cosa- insistió Meddes, mientras preparaba la mitad del
medallón a escondidas, le tardaba más de lo planeado por lo débil que se
encontraba- Sellaste al demonio del elemental de la lava por un día y algunas
horas, así terminaría al mismo tiempo que el sello del elemental del fuego.
Ambos monstruos tomarían el control al mismo tiempo y yo podría entrar al
templo sin dificultades para robar el TORQUEM…
Hariet
hizo aparecer dicho collar en su mano, dando a entender que lo había recibido
correctamente.
-
Ese era tu plan A, pero lo que realmente querías era que se efectuara el Plan
B. El cual consistía en que los JEN se libraran del control de los demonios, me
mataran y entraran al templo para salir con el collar.
-
Muy
inteligente, sacerdote. No eres ningún tonto. Así fue, si ocurría la segunda
opción, sólo se los robaría cuando tuviera oportunidad, los tengo vigilados…
-
De cualquiera de las dos formas, el collar sería tuyo…
-
Soy
muy cuidadoso, después de todo, tú sabes que esto es parte de un plan mayor…
La
mitad del medallón estaba cargada y Meddes estuvo apunto de escapar, pero
Hariet fue rápido y le pisó la mano que llevaba el artefacto. Meddes suspiró y
dijo.
-
¿Vas a matarme, no es así?
-
Oh…- susurró Hariet y segundos después, le enterró su
enorme espada (con el mango en forma de calavera) en la espalda, Meddes falleció al instante- Ya no me sirves, y tu ambición… es peligrosa para
mí.
Tomó
la mitad del medallón de la mano muerta del sacerdote, hizo aparecer la otra
parte que portaba y combinó ambos fragmentos, cómo si fuera un betún para
calzado.
Las
dos piezas conformaron un medallón de bronce, reluciente. Hariet quitó la
espada ensangrentada de la espalda de Meddes y le habló al cadáver cómo si
pudiera oírlo.
<<
Cómo Tritán temía no poder controlar todo su poder,
creó artefactos para facilitar las cosas. Sus habilidades más asombrosas
pasaron a TRES MEDALLONES. El medallón de
oro, el medallón de plata… y el
que tengo entre manos, el medallón de bronce… el único que te permite viajar a cualquier lugar del universo en
instantes, no importa cuan lejos sea. >>
Hariet
envainó la espada en su cinturón plateado y sepultó el medallón de bronce
dentro de su cuerpo por arte de magia, gimió del dolor y la excitación. La
armadura se vio rodeada de brillitos hasta que desaparecieron sin dejar rastro.
Hariet
exhaló e inhaló con aquel casco cubriéndole el rostro, así como también
flexionó las rodillas durante la absorción.
<<
Soy capaz de absorber cualquier cosa. Soy único, como dijeron los Ryanos. Soy Hariet… >>
El
siniestro personaje miró hacia el horizonte, donde yacían las ruinas del Templo
de la Muerte.
<<
Te dije que un día pagarías por todo lo que me
hiciste, titán Vrogh. Se acabó tu vida al fin. Te manipulé a mi gusto y ahora
los JEN están indefensos… desprotegidos. El poder de Tritán, lo que me negaste,
también será mío. Falta poco. La balanza continúa estando a mi favor >>
El
Oscuro se quitó el casco y este cayó al suelo con pesadez. Luego, alzó el
collar (el TORQUEM) y un vórtice se abrió en el cielo, del otro lado… yacía la
figura irreconocible del ser más horrendo del universo. Gimió abruptamente y
detuvo lo que estaba haciendo, el vórtice se cerró rápidamente.
- Aún no tengo todo lo que necesito para hacer esto- se dijo a
sí mismo- Sólo hace falta un reencuentro…
Hariet
contempló el paisaje a su alrededor (aquel mundo muriendo y pudriéndose) desde
lo alto de una roca, con sus dos malévolos ojos grises.
Fin
Capítulo 1: Mal Augurio
Capítulo 2: El Despertar de la Bestia. Parte 1
Capítulo 3: El Despertar de la Bestia. Parte 2
Capítulo 4: La Tierra y el Fuego
Capítulo 5: La Cueva
Capítulo 6: El Planeta Agda
Capítulo 7: Fismut, El Mago
Capítulo 8: Jhor, El Vidente
Capítulo 9: La Maldición de Reroriam
Capítulo 10: Ghryaú, La Roca de Fuego
Capítulo 11: La Sombra
Capítulo 12: El Día sin Final, la Noche sin Estrellas, el Mundo
del Vacío
Capítulo 13: El Templo de la Muerte
Capítulo 14: Guerra entre Hermanos
Capítulo 15: Sony
Capítulo 16: La Última Voluntad. Parte 1
Capítulo 17: El Origen de los JEN. Parte 1
Capítulo 18: La Última Voluntad. Parte 2
Capítulo 19: El Origen de los JEN. Parte 2
Capítulo 20: Los Tres Medallones
Nota del autor:
¡Si llegaste hasta aquí, gracias por leerlo! Nos acercamos a la recta final y la novela que finalizará dicha historia será:
¡Si llegaste hasta aquí, gracias por leerlo! Nos acercamos a la recta final y la novela que finalizará dicha historia será:
La Guerra de las Bestias 5: El Medallón de Plata
(llegará a finales de Abril del 2018)
Si sos nuevo/a te invito a leer las novelas anteriores, LINKS abajo. (La opción ''ENTRADA MÁS RECIENTE'' te permite avanzar de capítulo)
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