Guerra entre Hermanos: CAPÍTULO
14.
‘‘- Te elegí, ¿Sabes? Creo
que eres el indicado. ’’ (…)
‘‘- Libera todo tu enojo,
adelante. Es lo que necesito- lo incitó- Venga la muerte de los padres de tu
novia’’ (…)[1]
‘‘- ¿Podrán enfrentarse a
un ser con la locura de Dimitrion, los ideales de José y la inteligencia de
Minos?- les dijo Fismut- No solo querrá destruirlos, sino muchos más y cuando
lo descubran ya será demasiado tarde. ’’ (…)
‘‘- Se están por enfrentar a un individuo que se
distingue por mucho de sus antiguos enemigos. Meddes va a querer jugar con sus
mentes, intentará encontrar su mayor debilidad y sus peores miedos, los usará a
su provecho, no tendrá compasión. Es un mago oscuro. No lo subestimen ni se
dejen corromper…’’ (…)[2]
Aquellos
recuerdos vinieron a la cabeza de Kay en un santiamén.
-
Así que ese siempre fue tu objetivo- le dijo a Meddes y guardó la espada de Xón
en un cinturón que Lepra le había hecho- Nunca te interesaron las bestias
demoníacas o Vrogh y su propósito, todo lo que querías era que Sony y yo nos
enfrentemos a muerte. ¿Verdad?
-
No eres tan estúpido como creí- se burló el encapuchado- … Así es, mi sueño
siempre fue ser el único mago en la
historia que logre que la profecía se rompa y que los JEN se enfrenten el uno
contra el otro. Yo te había elegido a ti, creí que era cuestión de tiempo
para que cedieras al odio y perdieras la razón. Pero… me sorprendiste, fuiste
tenaz y persistente, los observé todo este tiempo- Lepra se sobresaltó al
escuchar lo último- Finalmente comprendí que había puesto mi atención en la
persona equivocada; tu dolor era traicionero, pero aún así, ese sentimiento,
que ustedes idolatran, te dejó una marca muy profunda, tuve que haberla matado
antes de que hablara, porque sí, fue ella quien destruyó mis planes.
-
Agustina…- pensó Kay entre lágrimas y recordó lo que ella le dijo antes de
fallecer frente a sus ojos.
-
Después de tantas molestias, no todo estaba perdido, pues resultó que no eras
el único con una gran carga que soportar- señaló a Sony.
Sony
tenía unas grandes ojeras, cómo si no hubiera dormido por semanas, y una
expresión de puro odio.
-
¿Sony? ¿Estás ahí?- preguntó Natal y se le acercó lentamente- Muchacho, nos
tenías preocupados…
Lepra
se apresuró y efectuó una maniobra con el pequeño bastón para crear una barrera
de roca entre Sony y Natal, pues el joven había intentado atravesarle el
corazón a su mentor con la mano.
Kay
estaba petrificado y observó que en el pecho de Sony yacía un tatuaje que
reconoció al instante, el mismo que Dimitrion tenía en su cara y Miljen Morgán
en su brazo…
-
La MARCA NEGRA- resaltó Lepra.
Kay
sonrió con soberbia y esto desconcertó a todos los presentes.
-
Hasta parece que le enseñaste nuevos trucos, déjame decirte que… no fue el
único que aprendió un par de cosas- dijo y un milisegundo después, apareció
frente a Meddes para darle un puñetazo en el rostro oculto.
-
Qué rápido…- exclamó Natal, atolondrado.
Sin
embargo, justo antes de que Kay toque a Meddes, Sony lo detuvo a la distancia
con una habilidad de manipulación, unas redes verdes salieron de sus dedos y
dejaron inmóvil al elemental del fuego. Kay rodeó a su propio cuerpo de llamas
y las ataduras se deshicieron; Meddes continuaba frente a él, bajo su capucha
podía denotarse una macabra sonrisa.
-
No quiero hacer esto, hermano- le dijo Kay a Sony.
Sony
se quedó callado.
-
Cómo una vez me dijo José Morgán, la marca negra es de por vida, la única forma
de deshacerla es… con la muerte- dijo Natal.
Lepra
yacía observando el suelo, muy aturdido.
-
Así es- aclaró Meddes pronunciando las ‘’eses’’ con mayor énfasis- O matas a tu
compañero para liberarlo de su tormento o dejas que él te asesine…
Sony
se quitó la túnica negra y la tiró a un costado.
Kay
volvió con sus compañeros, en guardia y en voz baja, les dijo a sus compañeros.
-
No se alarmen, tengo una idea- no parecía ser el mismo de siempre- Meddes es la
clave, si lo dañan, la marca puede llegar a irse… Natal, recuerda lo que pasó
con Morgán, él se separó de la bestia de Amdor, hay que buscar la manera de
hacer lo mismo.
Sony
examinaba a sus tres compañeros con una mirada amenazante.
Lepra
observó a Kay con admiración por primera vez; debido a que, frente a la
imposible situación y la opción de matar a su amigo, se mantuvo relajado y
pensó una alternativa.
-
Muy bien, Kay- dijo Lepra. También era la primera vez que lo llamaba por su
nombre- Es hora de enseñarles un poco más sobre el Böju.
Sony
vestía una camisa negra manga larga con los primeros cuatro botones abiertos,
los cuales dejaban al descubierto su pecho y el tatuaje inscripto en él.
También llevaba un jean mostaza y zapatos, estaba muy elegante. Su cabello
desalineado, su rostro pálido, unas amplias ojeras cubrían la parte inferior de
sus ojos verdes; las mejillas coloradas y con algunas cicatrices nuevas. A
continuación, se quitó el calzado para luchar con los pies al descubierto, y
Kay hizo exactamente lo mismo. Pues, cuando eran chicos, era lo que hacían para
jugar a las peleas. Tal vez Sony no podía razonar con exactitud, pero sus
memorias estaban intactas.
-
No puedo leerte, ni un solo pensamiento- le dijo Kay, mirándolo fijamente.
-
Esa conexión ya no existe- le respondió Sony- Hoy, uno de los dos JEN, morirá.
El
elemental de la lava corrió hacia su contrincante y saltó hacia los aires,
cuando cayó, sus pies destruyeron el suelo y una grieta siguió a Kay, el joven
no la esquivó y lo que pisaba se deshizo, se vio atrapado de pies a cintura en
un agujero.
-
Súper fuerza…- suspiró Natal- Y creí que ya lo había visto todo.
Lepra
le hizo una seña para que no se desconcentre, pues estaba esperando que Kay
entretuviera a Sony lo suficiente para atacar a Meddes, quién yacía observando
la pelea del otro lado del campo de batalla.
Kay
logró salir del agujero, sin embargo, se descuidó y no notó que Sony se le
había acercado para pegarle un puñetazo en el estómago. Kay se echó para atrás,
expulsando saliva. Sony quiso pegarle otro manotazo en la cara, pero Kay se
apartó a velocidad.
-
Si te contienes, morirás rápidamente- le dijo Meddes a Kay.
Realmente
Kay solo quería entretener a Sony, no podía lastimarlo. Pero el joven de ojos
verdes estaba luchando con total seriedad.
-
¿Es Van Robin Hed un cobarde?- se burló Sony.
Kay
suspiró, la situación se estaba poniendo muy difícil.
El
joven con la camisa negra estiró ambos brazos y flexionó las rodillas,
múltiples charcos de lava (del tamaño de alfombras) se posaron sobre el área, como
un campo minado.
-
¿Y ahora qué piensa hacer?- pensó Kay, frunciendo el ceño.
Sony
corrió hacia Kay una vez más, y en ese instante, dos charcos se elevaron por
los aires y acecharon al elemental del fuego como si fueran proyectiles. Para
suerte de Kay, su velocidad había crecido mucho cuando descubrió como usar los
poderes de los JEN, razón por la cual aprovechó dicha habilidad para escapar;
lamentablemente, cayó en la trampa de Sony. Kay se preocupó tanto por esquivar
los ataques que no reconoció que se estaba dirigiendo al sector donde había más
charcos de lava desparramados. Masas y masas se elevaron de los charcos de
lava, rodearon al objetivo y atacaron sin titubear. A tiempo, Kay creó una
esfera de fuego a su alrededor para repeler los ataques, logrando contener
todas las explosiones. Sin embargo, Sony no le dio respiro y volvió a aparecer
frente a él en un abrir y cerrar de ojos, lucharon con patadas y puñetazos,
cómo auténticos peleadores de artes marciales. Kay evitaba golpear a su amigo,
se limitaba a defenderse de la ofensiva del otro JEN. Sony no tenía piedad.
‘‘Natalie entró a la
habitación del hospital, muy asustada. Allí ya estaban Nicholas y Kay junto a
una cama de sábanas blancas, donde yacía el pequeño Sony con varios moretones
en la cara. Entró con gran histeria y exclamó.
- ¿Quiénes fueron? ¿Estás
bien, cariño?- y fue a abrazar a su hijo.
Nicholas, despreocupado,
posó una mano sobre el hombro de su esposa y le dijo.
- Ya hablé con los padres
de los responsables y las autoridades del colegio, está todo solucionado. Las
heridas no son graves.
- ¿Por qué no me llamaste
antes? Mi nene es mal herido y esperás a que esté en el hospital para avisarme-
gruñó la mujer.
- Se desmayó, fue urgente
traerlo antes que cualquier otra cosa- replicó Nicholas- Perdón… pero míralo, es
todo un gladiador, está diez puntos.
Sony tenía los ojos entre
cerrados y el rostro algo manchado de pintura, sus brazos también estaban
dañados, moretones que sus compañeros le habían causado tras una broma que
salió mal, la cual estaba dirigida a Kay pero ocurrió un cambio en las
circunstancias a último momento…
Natalie estuvo a punto de
seguir reprochándole a Nicholas pero algo la detuvo: Kay, quién en aquel
entonces tenía sólo 10 años, tomó a Sony de la mano y con una tímida sonrisa le
dijo.
- Mi hermano.
Sony, con sus pocas
fuerzas, le devolvió la sonrisa. Antes de aquel suceso, no se entendían; pero
en ese momento, todo había cambiado y fue inevitable para Natalie no llorar. ’’
Durante
la pelea cuerpo a cuerpo, una de las alas de la gárgola apareció en la espalda
de Sony y golpeó a Kay como si fuera un tercer brazo. El elemental del fuego se
echó para atrás.
-
La luz de este mundo no le hace nada a la gárgola…- susurró Natal.
-
No sólo mejoró sus habilidades como JEN, sino también como elemental y posee un
perfecto control de su contraparte de Amdor, este muchacho es imparable-
comentó Lepra, apretando los dientes.
-
Con este muchacho de mi lado no tengo nada que temer, cuando vuelva a aparecer…
lo mataré- pensó Meddes, lleno de rencor.
-
¡Ahora!- le exclamó Lepra a Natal cuando lo vio distraído y a Sony también. El
joven morgano empezó a hacer movimientos circulares nunca antes vistos,
diferentes a todos los que había enseñado durante el viaje; Natal se quedó
petrificado, observándolo- Convocaré todo el poder del Böju y Meddes será
historia…- el círculo de los magos apareció bajo sus pies, pero esta vez, cinco
nuevos diseños esféricos aparecieron dentro de él, a su alrededor; cada uno
tenía un insólito símbolo místico.
-
¿Qué es eso…?- preguntó Natal.
-
No es por presumir, pero sólo los inmortales eran capaces de invocar el círculo
COMPLETO de los magos. Donde yacen los cinco
segmentos: la fuerza física, el
conocimiento, la comunicación, la fuerza mental y la energía vital.
Cúbreme…- Lepra posó el pequeño bastón en el centro de la circunferencia. Natal
miró hacia los lados y se mantuvo atento- En Reroriam me viste curarme usando
el Böju, esa es la energía vital. Mi habilidad de conocer todo lo que pisa la
tierra es parte del segmento ‘’conocimiento’’. Con la fuerza física logré
sellar al demonio dentro de Kay por tres días. Con la fuerza mental, el
conocimiento y el segmento ‘’comunicación’’ logré hablar con Wodo en su lengua
la primera vez- lanzó una risa pedante y añadió- Es muy difícil combinarlos y
requiere años de práctica, yo tenía preparado una sorpresa para el encapuchado
cuando volviera a verlo; es la combinación de los cinco segmentos.
-
Pero…- Natal recordó inmediatamente- Cuando te curaste estabas muy exhausto,
igual en otras ocasiones… ¿Qué pasará si usas todo a la vez?
-
Moriré- aclaró Lepra- Pero habré cumplido con mi objetivo y mi gente podrá ser
vengada- el círculo azul brilló y expulsó una gran nube de vapor a su
alrededor.
-
Lepra, por más que lo logres, ¿Qué objeto tiene? ¿Serás mejor que él?- exclamó
Natal- Si él muere y tú también, ni siquiera serás capaz de tener la
satisfacción de saber que triunfaste porque estarás muerto. Viví muchos años y
sé lo que le hace la venganza a los hombres… los corrompe.
-
No podrías entenderlo, Natal- le dijo Lepra- Todos mis seres queridos murieron
por su culpa.
-
Sí que lo sé, no conoces nada de mí- aclaró Natal- Porque mi familia también
fue asesinada por un malhechor y me mantuve inmortal para volver a verlo y
acabar personalmente con él. Sin embargo, sigue allí, vivo, dios sabe donde… y
me he dado cuenta que la venganza es sólo parte del dolor que siento; decidí no
dejarme llevar por ella, aprendí la lección a las malas, tú puedes hacer lo
mismo.
Un
aura celeste rodeó a Lepra de pies a cabeza y las pupilas de sus ojos se
agrandaron exorbitantemente.
-
Ya es demasiado tarde para mí- todo el vapor rodeó a Lepra y saltó por los
aires hasta caer sobre Meddes, quien yacía desprevenido observando la pelea de
Sony y Kay, algo lo preocupaba y eso lo distraía.
Meddes tardó en reaccionar y pareció ser demasiado tarde cuando Lepra estuvo apunto de golpearlo fatalmente. Pero algo ocurrió, Lepra se quedó inmóvil en los aires, totalmente tieso, y una fuerza magnética lo alejó del encapuchado y lo acercó a Sony; el elemental de la lava acababa de salvar nuevamente a Meddes. Lepra cayó a los pies de Sony, toda su magia desapareció en un suspiro; el aura y el vapor. Sony le pisó la espalda y Lepra gimió del dolor. Finalmente, Kay le dio un puñetazo certero a Sony en la cara, el segundo muchacho perdió el equilibrio (la única ala de la gárgola regresó al interior de su cuerpo) y Kay aprovechó para alejar a Lepra; lo dejó al cuidado de Natal. Lepra estaba muy herido y sucio, Natal apretó los dientes y cerró los ojos para contener el enojo. Entonces, Natal lo supo y abrió los ojos para observar a Meddes, quien ya no les prestaba atención y contemplaba a su nuevo pupilo.
-
Todos los ataques hacia Meddes… fueron detenidos por Sony- pensó el profesor-
¿Por qué? ¿Por qué no se defiende sólo? Ya demostró tener un gran poder…- y se
sobresaltó al notar que algunas gotas de sangre estaban cayendo desde la
capucha negra hasta el suelo- Está herido… ¿Cómo es posible?- examinó la batalla
entre sus dos viejos alumnos y volvió a mirar a Meddes- Parece estar muy
interesado en que Sony gane aquella pelea y algo me dice que no es por su
‘‘sueño’’ como dijo antes… alguien
dejó mal herido y muy debilucho a Meddes, aunque lo disimula bastante bien.
Sus
pensamientos se vieron interrumpidos por el elemental de la tierra, quien tosía
sangre y necesitaba atención médica urgentemente, sólo un segundo de esa
habilidad había dejado al pobre Lepra en un muy mal estado. Natal lo revisó con
lo poco que sabía de medicina y lo cuidó, no dejaría que nada le pasara.
A pesar del plan de Kay, Natal estaba realmente apesadumbrado al ver como los dos muchachos que habían compartido aventuras con él, se enfrentaban en un duro combate hasta la muerte.
- ´´ ¡Cuídalos, amigo mío!
Son la llave a un universo más grande del que podemos imaginar - le dijo José
Morgán. ’’ (…)[3]
- recordó
Natal y se dijo en voz alta- Oh amigo mío, si supieras lo certeras que fueron
tus palabras te volverías loco.
Sony
y Kay yacían frente a frente.
-
Eres más fuerte que esa marca, lo sabes- le dijo Kay.
-
Quiero que uses todas tus fuerzas- lo incitó Sony- Descarga todo el odio que
tienes hacia mí.
-
¿Odiarte? Yo nunca te odié, ni siquiera cuando me rechazabas por ser adoptado.
Sony
sonrió desquiciadamente.
-
No hablo de eso.
Kay
frunció el ceño y no se atrevió a preguntarle.
-
Ni debes imaginarte lo que yo sé y tú no, lo que te haría cambiar de actitud
completamente en un instante- dijo el joven abogado.
Kay
tenía un mal presentimiento. Natal curaba a Lepra pero se mantenía atento,
escuchando.
-
Si tu mente es controlada, no hay mentira que me crea. No soy idiota- aclaró
Kay.
-
Oh mi amigo, lo sé. Sólo eres… ignorante- Sony se puso en guardia. Kay copió el
gesto.
Sony
pisó el suelo y un peñasco surgió, del tamaño de una cancha de tenis; luego
llenó el agujero con lava.
-
¿Piensas que no me doy cuenta que quieras tirarme a ese agujero?- dijo Kay y
una fuerza invisible lo atrapó, la cual empezó a llevarlo hacia el agujero
ardiente; otra vez la habilidad magnética de Sony. Kay se desesperó, no podía
moverse por voluntad propia y estuvo apunto de caer al abismo hasta que gritó
desesperado, y una fuerza repulsiva con forma de onda, se deshizo del
magnetismo impuesto por el otro JEN. Kay volvió a estar inmóvil, pero esta vez,
se debía a que acababa de entender otra de sus tantas habilidades como un
elegido.
-
Yo atraigo, tú apartas. Iguales y opuestos a la vez- dijo Sony, sorprendido.
Kay
creó sus famosas bolas de fuego, las había estado evitando pero el combate lo
ameritaba. Sony formó una ola de lava que surgió desde el interior del peñasco,
ambos elementos se enfrentaron entre sí durante un duro choque. Hubo una
explosión, Sony reía, Kay había planeado dicho choque para emboscarlo por
detrás; le rodeó el cuello con su brazo, cómo si fuera un viejo amigo y todo
estuviera bien. Sony bajó la guardia, parecía haberse rendido.
- Descubrí
que para usar los poderes del linaje JEN, tengo que pensar en buenos momentos.
Y no hay momento feliz en el que no estés- le dijo Kay y al no recibir una
respuesta, agregó- ¿Qué es lo que sabes que yo no?- estaba realmente intrigado.
-
Una guerra entre hermanos, ¿no te parece?- dijo Sony, divertido. Kay presionó
el cuello de su compañero- La curiosidad mató al gato, ¿sabías? Es una frase
muy conocida y tan cierta.
-
¡Habla!- exclamó Kay.
Hubo
un tirante silencio. Sony dejó los preámbulos a un lado y fue directo.
-
Agustina… TE ENGAÑABA.
Kay
soltó a Sony inmediatamente, había perdido la fuerza de todos sus músculos. Se
agarró del estómago, la sensación de sus huesos desalineándose cuando la bestia
demoníaca despertó no fue nada a comparación del nuevo ardor que padecía.
Sintió que no podía tragar saliva, ni apartar la vista de Sony, ni mover ni un dedo.
Su boca yacía abierta y sus ojos abiertos como platos, anonadados e inmóviles,
sin un pestañeo. Todas las veces que su novia le había dicho que lo amaba se
reprodujeron en su cabeza, una tras otra. Aquel noble sacrificio que realizó se
repitió una y otra y otra vez, sin final alguno.
Sony
le seguía dando la espalda, en silencio; acomodó su cuerpo y se puso derecho;
estaba en un estado de real solemnidad.
-
¿Me… engañaba?- repitió Kay en voz baja y se tendió al suelo de rodillas- Pero
sí ella me amaba.
Natal
había escuchado y ahora todo parecía tener sentido.
En el auto
durante su regreso:
‘‘- Llevas horas sin decir
ni una palabra- le dijo Natal.
Sony continuó petrificado
mirando la ventana empañada y dibujando con su dedo algunas formas absurdas.
- Sony…
- No estoy de humor.
- ¿Y a qué se debe? Si no
me equivoco, apoyaste a Kay en su decisión para que no nos acompañara…
- No es eso.
- ¿Entonces?- replicó su
mentor.
- Nada, son cosas de las
que no quiero hablar.
Natal suspiró, puso quinta
y no volvió a molestarlo. ’’ (…)
Y en la
mansión:
‘‘- ¿Ahora vas a decirme
qué es lo qué te sucede?
- No puedo. Hice una
promesa- respondió Sony, con un poco de indiferencia y llevándose unos cereales
con leche a la boca.
- ¿Promesa? ¿A Agustina?
¿Qué ocultas, muchacho? Es la primera vez que me llenas de intriga.
- Vos tenés tus secretos,
yo los míos. Respetemos eso- Sony se limpió con una servilleta y se levantó de
un golpe. ’’ (…)[4]
-
Esto está peor de lo que creí- pensó Natal- Si Kay no toma el control de sus
emociones…
-
Incluso lo sabías antes de Reroriam y no me dijiste nada…- dijo Kay, suspirando
con fuerza y apretando los puños. Escuchaba los latidos de su corazón con total
nitidez y golpeaba su pecho con tanta fuerza que parecía que en cualquier
momento se saldría por sí solo- ¡¿Eh?!- le gritó- ¡¡¡SONY!!!
Sony
se mantuvo frío, aún de espaldas frente a su ex compañero.
Los
dientes de Kay se convirtieron en colmillos y su piel se erizó como la de un
puercoespín (igual que aquella vez en Reroriam). Ambos puños se rodearon de
fuego y el elemental desenvainó la espada de Xón, la cual también se vio
rodeada de llamas.
-
Ese es el odio que me tienes- dijo Sony con la cabeza gacha y Kay apareció
frente a él en un parpadeo, a continuación le dio un golpe directo a la cabeza
pero Sony transformó su brazo en el de una gárgola y bloqueó el ataque.
Meddes estaba increíblemente a gusto con el espectáculo y Natal tenía intensas ganas de llorar, pero se contenía. Lepra yacía inconsciente.
Kay,
cegado por la ira, intentó cortar a Sony en dos, pero su contrincante se
defendía mediante los duros brazos de la gárgola, hasta hizo aparecer
nuevamente las alas de su espalda y las utilizó para ganar ventaja en los
cielos. Esta vez, la ofensiva estaba a cargo de Kay, quien realizó saltos
impresionantes para embestir a su enemigo. Los dos JEN se batieron en un
sangriento duelo. Kay consiguió causarle algunos cortes en las alas, los brazos
y las piernas; Sony se defendía y contraatacaba con bolas de lava (algo inusual
en él), inclusive consiguió darle en el estómago, pero la piel de Kay parecía
haberse endurecido. Una marca yacía imbricada con el tatuaje en el pecho de
Sony; circular y horrenda (similar al símbolo de los morganos); brillaba
intensamente en un color celeste y expulsaba humo; Kay tenía la misma marca en
el cuello, comportándose de igual manera. Natal notó esto y pensó.
-
Esa es la marca del sello, eso quiere
decir que la bestia de Sony también fue despertada y vuelta a dormir- luego
revisó a Lepra e intentó despertarlo, sin éxito. Le dijo en voz alta-
¡Despierta! ¡Deben quedar pocos minutos para el fin y los monstruos de esos dos
están tentando para salir de su encierro!
Pero Lepra aún no recobraba fuerzas y continuaba inconsciente.
El
brazo derecho de Kay creció hasta rodearse del cabello erizado y azulado del
lobo, el brazo de Sony también acrecentó su tamaño y se volvió musculoso y de
color gris. Puño contra puño, hubo tal choque que el muro tuvo algunos daños;
Kay usó la espada de Xón como contragolpe, pero Sony endureció el brazo
izquierdo y mediante una gran fuerza, tomó la espada del filo y la lanzó lejos.
Todo esto ocurrió en el aire, Sony aplicó una nueva técnica y rodeó a Kay con
sus piernas, giró sobre su propio eje (sosteniendo al otro joven) y lo lanzó
hacia el suelo. Kay cayó como una bala, estaba cada vez más enfadado. Sony pisó
tierra a metros de él, sin descanso, sus brazos se tornaron nuevamente humanos,
cargaron sus respectivos elementos (el fuego y la lava) y los usaron contra el otro;
dos ráfagas inmensas colisionaron entre sí, hubo otro gran impacto y los JEN
gritaron ferozmente mientras utilizaban todas sus fuerzas.
Natal creyó estar presenciando la batalla más intensa e impresionante de todas. Una luz se propagó y cegó a todos por unos instantes; ambos continuaban en su lugar; un nuevo y gran agujero (más grande que el que Sony había hecho anteriormente) apareció en medio. Sony yacía de pie, inhalando y exhalando con dificultad; Kay… desplomado en el suelo, completamente herido; la ropa desgarrada (con los brazos al descubierto, los cuales tenían quemaduras de primer y segundo grado); sangre acumulada en sus alrededores y sobre la espalda.
Natal estaba apunto de explotar, tenía que hacer algo al respecto; sino… Sony terminaría por matar a Kay.
El
joven abogado levantó la mano izquierda y la cerró lentamente, el cuerpo de Kay
levitó por los aires y fue hacia Sony en cámara lenta. La mano izquierda la
mantuvo a la altura de su cintura, con la palma apuntando hacia arriba, sus
uñas crecieron hasta convertirse en garras y así pensaba eliminarlo
definitivamente. La incertidumbre predominó, una vez el cuerpo de Kay se acercó
lo suficiente, Sony tomó a su amigo del cuello y preparó sus garras para
arrancarle el corazón. Kay parecía estar inconsciente.
-
¡Sony, no!- gritó Natal, aunque fuese demasiado tarde. El elemental de la lava
atacó, pero
Kay había estado fingiendo, abrió los ojos, lo tomó de la mano derecha y se transformó rápidamente en un hombre lobo; su cuerpo creció de tal manera que Sony tuvo que soltarle el cuello porque ya no podía sostenerlo; se echó para atrás, paralizado. El lobo le dio un hábil puñetazo en la cara y Sony se derrumbó en el suelo; a continuación, la criatura se sentó de rodillas sobre él y comenzó a molerlo a golpes. Sony no lloraba ni se quejaba, continuaba con la mirada fría e inexpresiva, luego pasó a burlarse de su rival, entre sonrisas desquiciadas y manchones de sangre bañándole el rostro. El lobo se detuvo, cansado de tantos golpes. Hubo una pausa y Sony habló, tendido en el suelo, con todo el cabello desalineado y el rostro desfigurado.
Kay había estado fingiendo, abrió los ojos, lo tomó de la mano derecha y se transformó rápidamente en un hombre lobo; su cuerpo creció de tal manera que Sony tuvo que soltarle el cuello porque ya no podía sostenerlo; se echó para atrás, paralizado. El lobo le dio un hábil puñetazo en la cara y Sony se derrumbó en el suelo; a continuación, la criatura se sentó de rodillas sobre él y comenzó a molerlo a golpes. Sony no lloraba ni se quejaba, continuaba con la mirada fría e inexpresiva, luego pasó a burlarse de su rival, entre sonrisas desquiciadas y manchones de sangre bañándole el rostro. El lobo se detuvo, cansado de tantos golpes. Hubo una pausa y Sony habló, tendido en el suelo, con todo el cabello desalineado y el rostro desfigurado.
-
Estoy impresionado, nunca creí que tú y el lobo llegarían a entenderse y a
prestarse poder.
El
lobo suspiró amargamente y reconoció que se había pasado de la raya. Se
tranquilizó y volvió a la normalidad.
- Me
dejé llevar, no consideré que estás bajo la influencia de una maldición- dijo
Kay, con el largo cabello desalineado y mojado.
-
Úsala, lo que hiciste con Morgán, invade mis memorias y dime si es mentira o no-
lo incitó Sony.
Kay
apretó los dientes y aceptó, colocó sus dos dedos en la frente del joven.
MEMORIAS
DE SONY:
‘‘Sony acababa de salir de
la casa de los nuevos Montarnen, era de noche; le prometió a su amigo que
traería a su novia sana y salva; pues ella se había ido a hacer las compras y
llevaba horas sin aparecer. Cómo estaba en un pueblo que acababa de conocer, no
conocía las calles y se perdió con facilidad. Muchas de las casas eran
similares y no había edificios que guiaran al pobre joven. Finalmente encontró
el supuesto supermercado a donde ella fue, pero el negocio estaba apunto de
cerrar y no se encontraba allí, sólo los empleados, amargados, después de un
largo día de trabajo. El muchacho estaba algo preocupado, temía que algo le
hubiera pasado; se aseguró que nadie lo viera y se convirtió en una gárgola
para volar por los cielos y tener una mayor visibilidad. A casi medio kilómetro
de distancia, descubrió a dos jóvenes en un parque. Bajó rápidamente, regresó a
ser un humano y fue hacia allí. Se escabulló entre los árboles y la oscuridad
hasta llegar a la plaza, en la cual no yacía ninguna otra persona, sólo
aquellos dos individuos, un hombre y una mujer, ambos estaban sentados en un
banco, en el interior de dicha plaza. La jovencita estaba rodeada de bolsas de
supermercado y Sony pudo notar que se trataba de Agustina. Sin pensar nada en
absoluto, el muchacho se acercó para escoltarla hacia su casa y fue sorprendido
cuando el hombre que la acompañaba (un joven de casi treinta años, cabello y ojos
oscuros, los rasgos de un adulto, alto y vestido informalmente con unos jeans y
una camisa rojiza) la besó en los labios apasionadamente, ella le devolvió el
beso y se arrepintió rápidamente.
- Aquí no- le aclaró-
Estamos a la vista de todos.
- A esta hora nadie sale de
su casa, toda la gente de este pueblo tiene las mismas costumbres- respondió
él.
- Te dije que estoy dolida,
que volví a pelearme con él, no tengo ganas de esto, hoy no- replicó ella.
- Vamos, tienes que dejarlo
de una vez, no te merece- respondió él- Déjalo y ven conmigo, si quieres
esperar a que tus padres se vayan, está bien. Pero hazlo, o nos lastimarás a
los dos.
- A más de dos…- dijo Sony,
parado frente a la pareja, con una expresión sombría.
Agustina se quedó helada y
sus ojos celestes se bañaron en lágrimas.
- ¿Cómo…?
- ¿Quién es él?- preguntó
el hombre.
- Quién te golpeará si
sigues hablando- lo amenazó Sony. El hombre se puso de pie inmediatamente para
hacerle frente, pero Agustina se le adelantó y los separó.
- Aquí no. Román, vete. Te
lo suplico. Yo me encargo- dijo ella, triste.
El hombre miró a Sony con
una mirada muy seria y este hizo lo mismo, luego se marchó.
- ¿Qué haces aquí?- le
preguntó Agustina a Sony cuando el sujeto conocido como Román se marchó.
- Me mandaron a buscarte-
dijo Sony, entre dientes- Vámonos- le dio la espalda y Agustina lo tomó del
brazo.
- No lo entiendes, yo…
- Entiendo muy bien lo que
sucede- dijo el joven estudiante de Derecho y forcejó para que lo soltara- Y
cuando volvamos, le dirás todo o seré yo. Te lo juro.
- Lo que menos quiero es
lastimarlo…
- No se nota. ¿Sabes por
todo lo que ha tenido que pasar? ¿Sabes lo difícil que fue su vida? Y ahora
tendrá que pagar las consecuencias por amarte.
- Yo no…
- ¡Eres una desconsiderada
y una cruel mujer! Me das asco.
- ¡Sony!- Agustina estalló
en llanto- Prométeme que no le dirás nada, ni siquiera a tu otro amigo. Yo soy
la única que puede hablar con Kay. No entendés nuestra relación, él te cuenta
lo mejor de nosotros pero la verdad es que nos llevamos mal, no nos entendemos
y probablemente nunca lo hagamos.
- ¿Y en vez solucionar los
problemas con tu pareja decides refugiarte en otra persona?- dijo Sony,
Agustina se quedó muda- Vamos y basta de excusas. Odio a la gente hipócrita.
Tomó las cuatro bolsas de
cartón del supermercado y avanzó, Agustina se secó las lágrimas y lo siguió
bajo la oscuridad de la noche. ’’
Una
capa negra comenzó a tapar los claros cielos, algunos kilómetros al sureste,
señal de que sólo quedaban minutos. Natal y Meddes se quedaron observando el
descomunal manto que se aproximaba como una sombra deambulante.
Kay
se levantó y se alejó de Sony, todos estaban a la expectativa. El elemental del
fuego se arrodilló en el suelo, mirando al cielo con la boca abierta y exclamó.
-
Me rindo.
Las
palabras no iban dirigidas a Sony ni a Meddes. Y tan inexplicable y
desagradable fue lo que ocurrió después que Natal cerró los ojos y se tapó los
oídos. Una espuma azulada y verdosa salió de a montones de todos los orificios
del muchacho: la boca, los ojos, la nariz, las orejas, hasta incluso el
trasero. Lo rodeó por completo y disimuló cómo el cuerpo de Kay se abrió en dos
de la manera más exagerada y repugnante. Esa sangre se fusionó con la espuma y
conformó un ser gigantesco, de 300 metros de alto. El joven había muerto y la
bestia maligna acababa de tomar todo el control. Produjo un sonido devastador
que estremeció el alma de Natal de rincón a rincón.
-
Mátalo de una vez- le ordenó Meddes a Sony. Este último se levanto, cerró los
ojos, relajó los hombros y sufrió exactamente la misma espeluznante
transformación hasta conformar otro monstruo del mismo tamaño- Parecen sus hijos…
Ambas entidades tenían la piel gelatinosa y oscura; la postura encorvada, garras largas que se alejaban de sus dedos y cuerpos fornidos, rodeados de una sustancia roja pegajosa. Una perturbación en el aire (cómo si se tratara de gas) los rodeaba.
El
repugnante ser en el que Kay se había convertido tenía un armazón en la espalda
como si fuera un puercoespín y dos cuernos que apuntaban hacia los costados
(similar a lo de los búfalos). La execrable criatura en la que Sony había
mutado tenía cuatro alas (dos de cada lado) de murciélago y una larga cola con
un aguijón en la punta.
-
Qué belleza- musitó Meddes- Sus verdaderas formas son sorprendentes. El dios Groba personificado en dos seres,
a los que llamaré…- señaló a Sony con el dedo- Grok- luego señaló a Kay- Y a ti te llamaré Bag. Los demonios GEMELOS. Destrúyanlo todo, cuando la sombra los
aceche y ya no puedan volver a la normalidad, entraré al templo y tomaré lo que
me ordenaron…- inmediatamente pensó- El sello para encerrar a la bestia de
Dameron resultó ser más débil que el del aprendiz del mago, sólo duró un día,
el cual terminará cuando la sombra marque el final de las veinticuatro horas.
Es una coincidencia extraña que terminen al mismo tiempo. ¿A qué estás jugando,
maldito?- Grok y Bag se lanzaron rugidos abruptos y luego se enfrentaron entre
sí, todo el muro tembló kilómetros y kilómetros- El sello continúa ahí, sí la
voluntad de los JEN resulta ser más fuerte, los demonios se irán, pero sólo
tienen diez minutos para eso y luego entrar al templo. Se acabó.
Natal
creó una esfera de aire y la reforzó con el círculo de los magos para proteger
a Lepra y a él mismo. Durante los temblores por las pisadas de los monstruos,
Lepra despertó, aturdido.
-
¿Qué… qué pasó?- preguntó, desorientado y frotándose la cabeza.
Natal
tenía lágrimas en los ojos y no le respondió, sólo lo miró con gran tristeza.
Lepra giró la cabeza y observó el espectacular acto: dos abismales criaturas
combatiendo.
-
Despertaron…- susurró Lepra y apretó los puños, para él también fue imposible
no llorar- Fracasé.
La
cola de Grok rodeó a Bag cómo una serpiente y lo exprimió; el aguijón estaba a
la altura de su cabeza y amenazaba con perforarle el rostro. Bag gimió y una
onda expansiva hizo que Grok lo soltara y retrocediera. A continuación, Bag se
inclinó y las púas de su armazón se desprendieron de la espalda y acecharon a
la otra bestia demoníaca. Grok abrió su inmensa boca, compuesta por un sin fin
de dientes afilados y colmillos; las púas de Bag alentaron su acción hasta
quedarse inmóviles en el aire, luego cayeron al suelo. Natal tomó a Lepra de
sus brazos y saltó lejos de la pelea; las púas que caían del cielo eran del
tamaño de camiones; bombardearon la muralla y esta se vio seriamente afectada;
hubo explosiones de humo y peñascos devastados. Meddes se había quedado en el
mismo lugar, las púas cayeron a los costados y no lo aplastaron; miraba hacia
arriba cómo si nada pasara. Grok y Bag se batieron cuerpo a cuerpo cómo si
fueran dos luchadores de sumo, usaron sus respectivos pesos y fuerzas para
empujarse.
Lepra
sacó el súper temporizador especial y casi le agarra un infarto.
-
Cinco minutos…- dijo- ¿Qué podemos hacer en cinco minutos para detener a estas…
deidades?
-
¿Y si te transformas en minotauro?- preguntó Natal.
-
Me patearán como a una pelota, somos insectos a comparación de los dos gemelos-
suspiró y dijo- Natal, fracasamos. Le fallamos a los mundos, al gran mago. Lo
único que agradezco… es haberlos conocido. Lo que decían las historias de
ustedes tres eran ciertas, lamento que todo tenga que terminar así.
Unas
de las púas de Bag que había quedado atascada en el suelo, se salió de su lugar
por otro impacto entre las bestias y fue directo hacia Lepra y Natal. Lepra aún
se estaba recuperando para defenderlos con algún truco y Natal yacía allí, con
las manos extendidas, esperando que se acercara lo suficiente para desviarlo
con sus habilidades en el viento; aún así, no se tenía la suficiente confianza
para realizar tal hazaña, después de todo, estaban en presencia del fin de los
tiempos.
Y
entonces, una luz plateada los distrajo cuando la púa estaba apunto de
alcanzarlos, escucharon un sonido áspero y recuperaron la visión.
-
¿Cómo…?- exclamó Lepra, petrificado. Un sujeto acababa de salvarlos, vestía una
túnica blanca, portaba una barba larga y tenía un insólito bastón.
Bag
acechó a Grok como un toro enloquecido. Bag tomó a Grok de las alas e intentó
arrancárselas a la fuerza. En defensa a dicho ataque, Grok voló por los aires y
utilizó el aguijón de su cola para deshacerse del otro monstruo. Bag rugió e
hizo aparecer púas por todo su pecho y la cabeza; las que dañaron a Grok; ambos
parecían sangrar gotas negras. Peor aún, inexplicablemente formaron inmensas
bolas de energía desde sus bocas y al estar yuxtapuestos el uno con el otro, el
choque duró medio segundo y ocurrió una explosión. Los gemelos cayeron y
partieron en dos al muro de 10.000 metros de altitud…
El
peñasco de 10.000
metros que unía a las dos mitades, cayó hasta
desplomarse sobre la olvidada arena. Sin embargo, eso no les importó a los
demonios, continuaron luchando físicamente. Grok expulsó bolas de energía de
menor tamaño desde el aguijón de la cola y bombardeó a Bag. El monstruo en el
que se había convertido Kay, desviaba dichos ataques con las púas de su pecho.
Muchas de las esferas de energía abrieron vórtices en el cielo y causaron truenos,
relámpagos y rayos a plena luz del día. De continuar la pelea, el mundo donde
yace el templo de la muerte, se vería aniquilado…
Natal
y Lepra contemplaron a un individuo subiendo por la espalda de Bag.
-
Nosotros nos encargaremos, no se preocupen- les dijo Fismut, quien acababa de
salvarlos.
-
¿Cómo llegaron aquí tan rápido?- preguntó Lepra, confundido.
-
Con mi compañero espiamos a Meddes durante su viaje, mediante el medallón de
bronce abrió un portal hasta este mundo, lo seguimos y entramos al vórtice; por
alguna razón llegamos después que él a esta dimensión- le respondió Fismut,
solemne.
-
¿Su compañero?- preguntó Natal.
-
Sólo observen- pronunció con orgullo.
Bag
se salió de control cuando notó que alguien subía por su armazón hasta llegar a
la parte superior de su cabeza, se movió para todos lados pero el malestar
seguía allí, cómo una hormiga fastidiosa pero indetectable. El sujeto plantó su
bastón sobre el cuerno derecho de la bestia demoníaca.
-
Vaya vista- dijo. Se trataba de un oso parlante- ¿Se acuerdan de mí, jóvenes
JEN?- las bestias se quedaron tiesas, sus inmensos ojos denotaban ira y hambre-
Me llamo Jhor y soy un vidente. ¿Aunque eso ya lo sabían verdad?
Bag
volvió a sacudir su cabeza para deshacerse del oso parlante, pero este se
mantenía allí, pegado a él.
-
Una vez te dije algo, joven Kay. Estuviste apunto de quitarte la vida porque no
soportabas el peso de tus acciones. Este monstruo no eres tú- Bag gruñó y lanzó
un rugido- Cuando te conocí vi a un hombre fuerte con un gran corazón, nunca
creí que te rendirías tan fácilmente al control de la bestia. ¡Lucha! ¡Ambos,
luchen!- Grok creó una nueva bola de energía a través de su boca y múltiples
púas rodearon la cabeza de Bag cómo un mecanismo de auto-defensa. Jhor sonrió soberbiamente,
saltó pos los aires y se paró en la nariz del monstruo. Hubo una pausa y dijo-
… NO DEJES CAER LA FE DE LOS DEMÁS, EXTINGUIENDO LA FE QUE HAY EN TI.
Meddes,
Natal y Lepra tuvieron la misma reacción al observar como el horripilante Bag
se quedaba petrificado, examinando a Jhor cómo si fuera un animal domestico.
Jhor saltó por los aires hasta el suelo, dejó a su bastón en el antebrazo y se
tomó de las manos por detrás de la cintura.
Bag
sufrió una transformación, toda la masa gelatinosa y la sustancia roja que lo
conformaba, se deshicieron como los papeles frente al fuego. Su tamaño se
redujo considerablemente hasta alcanzar la altura de un adolescente de veinte
años. Grok detuvo su ataque y la energía de la bola regresó a su estómago,
también sufrió una mutación similar. Los restos de Bag se acumularon en una
adherente masa y de su interior, salió Kay, completamente desnudo, cómo si se
tratara de un capullo. A su lado, otra masa viscosa apareció y de allí salió
Sony, igual de desnudo.
-
Está hecho- sonrió Jhor y chasqueó los dedos para proveerlos de pantalones.
Kay
y Sony tenían el torso mojado y las caras manchadas de esa extraña sustancia.
Natal
y Lepra no lo podían creer, estaban impresionados y una pizca de esperanza
volvió a surgir en sus abandonados corazones.
…
Sin embargo, un oscuro bastón atravesó el pecho de Jhor en un santiamén.
-
¡NO!- gritó Kay cuando vio que Meddes acababa de asesinarlo.
-
Usé todo mi poder para sellar a los monstruos a mi manera, no pude preveer
esto…- dijo el oso, una línea de sangre se deslizó por su boca y luego, el
vidente se desplomó en el suelo.
-
El día está por terminar- dijo Meddes, quitando su bastón del cuerpo de Jhor-
Acábalo.
La
marca negra seguía estando en el pecho de Sony, aún estaba bajo su control. Se
encontraba muy exhausto pero no titubeó, creó un cuchillo de cristal mediante
la lava solidificada y se acercó a Kay, que estaba frente a él, inmóvil.
-
No, no, no. ¡Kay, muévete!- le gritó Natal y junto a Lepra corrieron hacia
ellos.
Sony
estaba más tranquilo que antes pero no se echó para atrás.
-
La marca negra es de por vida, sólo se quita con la muerte- le dijo Kay en voz
baja- En el pasado, José pudo deshacerse de ella, pasándosela a su contraparte,
a su otro yo…- no hubo ritual ni discurso ni pausa; Sony le atravesó el corazón
a Kay con su cuchillo, el elemental del fuego gimió del dolor, soportó la
hemorragia y posó su palma izquierda sobre el tatuaje de Sony; con la mano
derecha lo tomó de la mejilla y pronunció con sus pocas fuerzas- Mi… hermano-
al instante, Kay cayó al suelo sin vida con el cuchillo atascado en su pecho,
sus dedos sucios se deslizaron por el cachete izquierdo del que alguna vez
había sido su mejor amigo.
-
¡¡¡KAY!!!- gritó Lepra. Fismut apareció rápidamente y mediante su bastón, los
ayudó a atravesar el precipicio con magia avanzada. Natal no sabía que pensar,
ya había vivido una situación similar que no resultó tan desafortunada; otra
vez tenía que lidiar con la muerte de uno de sus pupilos; pero ahora, todo
había cambiado, porque el asesino de su pupilo había sido su otro alumno y este
acababa de optar por un camino de oscuridad.
- Bien- le dijo Meddes a Sony- Espera aquí,
por nada en el mundo entres al Templo, es una orden. Encárgate de los otros,
los quiero a todos muertos para cuando regrese- Sony examinaba el cadáver de
Kay, dándole la espalda a Meddes- ¡¿Me escuchaste?!
Y
a continuación, Meddes se vio atraído por una fuerza magnética que lo hizo
desplomarse y deslizarse por el suelo hasta algunos metros de Sony.
-
¡¿Qué haces…?!- gritó Meddes, furioso. Tenía la capucha desalineada pero pudo
entrever el torso de Sony al descubierto, la marca negra… ya no estaba- No
puede ser- y notó que la misma marca yacía en el cuerpo unánime de Kay,
justamente en su palma- Descubrió como
transferirla, se sacrificó para
liberar a su amigo de mi control, muy astuto.
-
¡ASESINO!- le gritó Sony e hizo que Meddes volara por los aires y chocara
contra el piso una y otra vez, cómo si estuviera rebotando. Realizó la danza
mística que sólo los miembros de la Luz Oscura conocían, la misma que Meddes le
había enseñado, para crear el círculo verde bajo sus pies y aplicar un nuevo
ataque: múltiples cuchillos de cristal. Alrededor de cuarenta cuchillos
acecharon y perforaron a Meddes por completo; este se derrumbó en el suelo,
boca arriba. Aparentemente derrotado. Sony hizo desaparecer el círculo verde y
notó que la sombra estaba apunto de cubrir el cielo en su totalidad.
Lepra,
Natal y Fismut llegaron hacia donde estaba Sony y lo miraron detenidamente.
Lepra y Natal yacían absortos, llenos de rencor y dispuestos a matarlo si era
necesario. Fismut fue con Jhor, que aún herido, seguía con vida, pero se
encontraba en las últimas. Lepra dio un paso al frente para combatir a Sony,
pero este le dio una señal con la mano de que se detuviera. Todos estaban en
silencio. Sony tomó a Kay entre sus hombros y saltó lejos hacia el templo de la
muerte.
-
¡Vuelve aquí, cobarde!- le gritó Lepra y fue hacia él pero Fismut lo tomó del
antebrazo y le indicó que se quedara.
-
Me pregunto cómo, pero el JEN del fuego descubrió cómo funciona el gran precepto, lo usó a su provecho y
liberó al otro JEN de la opresión de la marca negra- dijo Fismut, tapando la
herida de Jhor.
-
¿Gran precepto?- preguntaron Lepra y Natal al unísono.
A tan solo treinta segundos del final, la sombra rodeó el otro lado del muro y continuó avanzando hacia el templo de la muerte, otra sombra venía a la lejanía y cerraba el paso de la luz.
Natal
giró la mirada y vio como Sony (con Kay en sus brazos) portaba las alas de la
gárgola y subía rápidamente las escaleras hasta llegar a una gran puerta, estas
se abrieron de par en par y justo antes de que entrara, el muerto se levantó y
ambos traspasaron la entrada, las puertas se cerraron inmediatamente tras
ellos. Natal se quedó boquiabierto.
-
‘‘Si la muerte los acecha y sólo uno la
tropieza, vivirán…’’- dijo Fismut- Eso dice el gran precepto de los JEN.
El
oso parlante sonrió al escuchar eso. Natal miró a Lepra y ambos rieron a
carcajadas, se dieron un fuerte abrazo. La sombra rodeó el templo de la muerte
y una magnífica noche se posó sobre sus cabezas, con algunas estrellas y los
vórtices que los monstruos habían ocasionado parecían maravillas del espacio
exterior.
Lepra
observó al cuerpo exánime de Meddes y se sentó en el suelo, sonriente y muy
alegre.
-
Lo logramos… lo logramos- al principio lo repitió como si no se lo creyera- Lo
logramos.
-
Ni Kay ni Sony pueden morir si el otro vive…- dijo Natal, dubitativo- ¿Por qué?
-
Porque así lo quisieron los titanes- le respondió Fismut, Natal lo miró sin
comprender.
-
¿Así lo quisieron? Explícate. ¿Qué hay dentro del templo de la muerte?
Lepra
miró a Fismut y este asintió. El elemental de la tierra fue quien respondió.
-
Un líder y un demonio- dijo, se lo notaba más desinhibido- Verás… antes de que
el arqueólogo encontrara los nueve corazones, antes de que Hariet se volviera
el señor oscuro, hubo otro…
-
¿…Otro?- Natal se quedó perplejo.
-
¿Recuerdas las estatuas del lago en el planeta de Úiaj y Fä?- le preguntó.
-
Si, Vrogh y el que exterminó a todos los titanes…
-
Tritán, el PRIMER SEÑOR OSCURO- aclaró el joven morgano- El hijo de Vrogh.
[1] La guerra de las bestias: el
templo de la muerte. CAPÍTULO 2. ‘‘El despertar de la bestia- parte 1’’.
[2] La guerra de las bestias: el
templo de la muerte. CAPÍTULO 7. ‘‘Fismut, el mago’’.
[3] La guerra
de las bestias: la espada divina y el tesoro de los aztecas. CAPÍTULO 11. ‘‘La
destrucción de Sarmander’’.
[4] La guerra
de las bestias: el templo de la muerte. CAPÍTULO 3. ‘‘El despertar de la
bestia- parte 2’’.