jueves, 6 de diciembre de 2018

Epílogo: CAPÍTULO 30.



Epílogo: CAPÍTULO 30.


- La reconstrucción de la Avenida Corrientes y Nueve de Julio lleva más de cinco años en proceso, los estragos de la guerra no dejaron nada con vida. El nuevo gobierno del Mundo, dirigido por los presidentes de cada país, declararon que la ciudad sufrirá cambios severos para evitar problemas así en el futuro.

Muchos de nosotros perdimos a familiares o amigos tras el atentado de Plaza de Mayo y la batalla del Centro, ambas provocadas por Diego Kimhote, un hombre que creía en la purificación de la raza y quería eliminar a todos los Ryanos. Nacido en España, perdió su familia a manos de unos mal hechores de la otra especie, les guardó un rencor especial; se mudó a Buenos Aires y empezó a desarrollar sus redes desde los pueblos más bajos, de la mafia y los ejércitos pagos para constituir toda una fuerza que amenazó con destituir a los líderes políticos.

Aquella horrenda guerra fue inmanejable por la G.C.J.M, así que aquellos que se habían ausentado durante las dictaduras, se reordenaron y constituyeron la Asamblea; lo que dio lugar al apoyo de otros países para erradicar a este tirano.

Hoy, nueve de diciembre, las calles celebran el triunfo en la guerra, el fin de la dictadura y la merecida paz en Argentina. ¡Y no olvidemos que se acerca la Navidad y Año Nuevo! – relataba una periodista en un programa de la televisión argentina.

La pantalla se situaba por encima de los espejos del resto-bar, bajo unas mesas de madera, rodeadas por dos sillones. Era mediodía (12 pm), horario medio raro para una cita, pensó Sony. Él estaba sentado, tomando un café, leyendo unas cuantas hojas y libros pesados que tenía de tarea.

Sony estaba afeitado, pero tenía la sombra de la barba sobre sus mejillas, el mentón y por encima de los labios, pues tenía 28 años. Ojos verdes, nariz ancha, cabello corto y oscuro, tez blanca; vestía una remera informal (negra) de una banda de rock de la época, una bermuda jean azulada y zapatillas. 

El ambiente era muy acogedor, no estaba repleto de personas y la luz del sol emanaba por los inmensos ventanales que yacían pegados a cada mesa. Del otro lado había mesas de pool, metegol, mesitas redondas y algunas otras para que sólo entraran dos personas. En el bar había estanterías con todas las bebidas alcohólicas imaginables, el cantinero limpiaba las copas y le daba algunos cafés al mozo, un joven de cabello enrulado.

A Sony le salía humo de la cabeza, tenía mucho para hacer, su nuevo profesor era bastante exigente.

Un chico y una chica entraron al bar, tomados de la mano. Lo buscaron y se sentaron a su lado apenas lo encontraron.

- No viene- le dijo Kay con desgano, estaba muy prolijo, con la barba en forma de candado, el cabello corto y erizado, una camisa carmesí, jeans negros y un collar que tenía un símbolo extraño. Luego miró a Jessica para que le explicara mejor.

- Está ocupada… aceptó un nuevo trabajo y la tienen loca con los horarios, siento ilusionarte, primo- le dijo. Sony hizo una mueca y continuó resaltando frases del libro sin darle mucha importancia.

Jessica tenía el largo cabello atado a un costado, totalmente oscuro y liso. Tenía las mejillas coloradas, su expresión denotaba culpa y no le sacaba los ojos de encima a Sony, esperando que algo dijera. Vestía una blusa verdosa y unos jeans azules, zapatos y llevaba la cartera en el hombro izquierdo.

Sony le prestó atención y rió.

- Yo estoy bien, son ustedes los que insisten- dijo con simpatía- Estoy bastante ocupado como para salir con alguien.

Jessica suspiró.

- Puedo entenderlo… - dijo Kay, divertido y señalando la montaña de libros- ¿Qué materia es?

- Sociología… - respondió Sony con pesadez- El nuevo profesor es bastante estricto.

- ¿Cómo se llama? – le preguntó Jessica.

- D.N le dicen- respondió Sony, volviendo a los libros- ¿Y a ustedes como les está yendo?

- Estoy en la misma- sonrió Kay- Estudiar como salvar vidas también me tiene estresado…

- Cómo cualquier carrera universitaria, querido- le dijo Jessica y lo tomó de la mano- Yo tengo que dar unos finales y me recibo, adiós a Diseño de Indumentaria.

- Dejemos de hablar de estudio que me deprimo- dijo Kay- Oye… No habrás venido aquí para escaparte, ¿no?

- ¿Escaparme? – repitió Sony, haciéndose el inocente.

- ¡Si! Cuánto te apuesto a que tu mamá y tu abuelo no te dejan estudiar tranquilo…

- Tal vez… - Sony suspiró y dejó lo que estaba haciendo- Están muy molestos, lo admito. Por un lado, los entiendo, hace años que no nos juntamos. Y ya están hablando de quedarse aquí y vender la casa que tienen en Estados Unidos, yo les dije que vinieran para pasar Navidad y Año Nuevo, nada más.

Kay y Jessica se rieron.

- Estas fiestas van a ser muy interesantes- dijo Kay, moviendo las cejas, Jessica estaba tentada. Sony se cansó de que se burlaran de él y se levantó.

- El mozo no viene más, ¿les invito unos cafés y se dejan de reír? – Kay y Jessica asintieron, procurando ocultar las risas sin éxito.

Se acercó a la barra y el cantinero no estaba, el muchacho que atendía tampoco. Esperó un rato y revisó el celular, oyó risitas atrás y volteó para ver como la pareja continuaba haciendo bromas, probablemente relacionadas con él. No podía estar más contento por ellos, hacía un año que habían empezado a salir y por lo visto, les iba muy bien.

Notó que tenía mensajes de su jefe, del estudio jurídico donde trabajaba, estuvo a punto de escribirle hasta que oyó una voz femenina.

- ¿Qué te sirvo? 

Sony alzó la vista y la vio. Era joven, medía 1.57 y aparentaba 25 años, su rostro era redondo y alegre, nariz pequeña y labios finos; el cabello largo y suelto, oscuro y enrulado; la tez muy blanca y vestía un uniforme pintoresco con rayas rojas y verdes.

Sony se quedó mudo, y lo primero que se le ocurrió decir ante la presencia de esa bonita mujer, fue:

- ¿No había otro atendiendo?

La jovencita hizo una mueca y le respondió.

- Ya terminó su turno, ahora estoy yo. ¿Qué te sirvo?

- Dos cafés, por favor- contestó Sony como un rayo. Ella se dispuso a prepararlos en la cafetera. Se sintió un estúpido y apoyó sus brazos en la barra- Perdón, soy algo torpe, no fue mi intención decir…- ella lo miró un segundo y se río disimuladamente, Sony notó que tenía una hermosa sonrisa y unos ojos oscuros que brillaban ante la luz que provenía de los ventanales- Me llamo Sony. ¿Y tú? - agregó, en un intento desesperado. Ella no le respondió, terminó con su trabajo y le sirvió los cafés en una bandeja. Sony se apenó y pagó el café, trató de ni siquiera mirarla y procuró retirarse. Ella guardó el dinero en la máquina registradora y le dio el vuelto. Antes de que Sony se marchara, le dijo.

- Antonella- Sony la miró, apretando los dientes, y antes de cometer otra estupidez, se retiró.

Dejó la bandeja sobre la mesa, Kay y Jessica parloteaban sobre los regalos que comprarían para Navidad.

- A mi mamá le quiero regalar algo lindo, pero no sé qué – le decía Jessica a Kay, miró a Sony, a quién se lo notaba muy distraído- Gracias, primo. Prometo no decir más nada…

Tanto Ella como Kay notaron que el muchacho actuaba extraño, Sony se dispuso a seguir con lo suyo, sin embargo, ya no podía leer ni dos oraciones juntas; cerró los libros y movió todo a un costado de la mesa.

- Basta por hoy.

- Oye… la amiga de Jessica nos falló, pero si quieres, podemos salir a algún lado esta noche- le habló Kay, pero Sony no le prestaba atención- ¿Estás bien?

- Sí, es solo que…- Sony le dirigió una mirada a Antonella y notó que Ella también le prestaba atención con mucha cautela. Kay no necesitaba ser un adivino, giró para contemplar que era lo que su amigo no podía dejar de mirar y la vio a la moza. Antonella corrió la vista con rapidez, mientras limpiaba unos platos.

Cuando Kay volvió a colocar la cabeza en su lugar, tenía una sonrisa inmensa y pícara en el rostro.

- ¿Qué esperas?

Sony le prestó atención.

- ¿Yo? – preguntó Sony, desconcertado.

Jessica también giró para saber de qué hablaban y la vio.

- ¡Es muy linda y parece simpática! ¡Ve, ve! – le exclamó en voz baja.

- Estoy harto de que me fuercen a conocer personas- se atajó Sony, molesto.

Jessica miró a Kay y suspiró. Se tomó el café de un sorbo y se levantó.

- El chico no está de humor al parecer. Voy al baño y nos vamos- le dijo Jessica a Kay, este otro asintió, incrédulo.

Apenas Jessica desapareció, Kay volvió a voltear y luego se dirigió a Sony.

- ¡Te está mirando! – le exclamó, temblando de la emoción.

- La acabo de conocer, no significa nada- respondió Sony- Me comporté como un tonto, es lógico que me preste atención, para reírse supongo.

Kay daba pequeños saltitos sobre su asiento, parecía un nene.

- ¡Ve a hablarle! ¡No hay clientes, aprovecha!

- No soy un invasivo… voy a parecer un acosador, Kay.

- Sony, por el amor de… - Kay se llevó la mano a la cara y suspiró durante cinco segundos. Después, se aseguró que Jessica no estuviera cerca y tomó a su amigo de los dos hombros con ambas manos- Haz hecho miles de cosas más peligrosas que esta, viejo amigo. Ve a conquistar a Nadaya y volvamos a casa.

Sony asintió, dándole la razón y se levantó de un golpe para hablarle a Antonella. Ella lo estaba esperando en la barra mientras limpiaba los vasos.



El FINAL

Nota de autor: Me gustaría agradecerle a aquellos que siguieron la historia (desde cualquier punto hasta cualquier otro); la hice con muchas ganas, obsesión y amor. Es probable que en un futuro se publiquen en formato físico, pero para eso falta. 

Si no leyeron los anteriores, les dejo los links. También pueden leerlo en wattpad (en la cuenta Ardacuentosynovelas).

  (1) Los nueve corazones 
 (2) La espada divina y el tesoro de los aztecas 
 (3). El águila dorada  
 (4) El templo de la muerte.
(5) El medallón de plata

Pero esto no termina definitivamente acá, haré dos novelas más. Un spin-off llamado "Lo que antecedió a la Leyenda: La vida de Frank y Nicholas" para MARZO, donde sabrán todos los secretos relacionados con este dúo de héroes. 

Antes de nombrar la siguiente novela, me gustaría contarles que ya no se llamará "La Guerra de las Bestias", ahora el nombre será: "LA SAGA DE LOS ELEMENTALES"

Ahora bien, la historia que concluirá con todo este universo literario, auto-conclusiva y casi 30 años después de lo ocurrido en El Medallón de Plata, con nuevos protagonistas, nuevo villano y una historia para la nostalgia, será:

"La Saga de los Elementales 6: 
El Legado Sin Final"

¡Felices fiestas!



Lista de Capítulos:

Capítulo 1: El Comienzo del Fin
Capítulo 2: Van Robin Hed
Capítulo 3: Hipocresía
Capítulo 4: El Fin del Mundo- Parte 1
Capítulo 5: Hariet, el Único
Capítulo 6: El Fin del Mundo (la ruta equivocada)- Parte 2
Capítulo 7: Un Camino hacia el Cielo
Capítulo 8: El Arqueólogo
Capítulo 9: Legado de Sangre
Capítulo 10: Foucen y los Cinco Proetas
Capítulo 11: La Batalla Secreta
Capítulo 12: Entre las Sombras
Capítulo 13: Realidades Alternativas
Capítulo 14: El Profeta
Capítulo 15: La Primera Generación
Capítulo 16: El Valle Oscuro 
Capítulo 17: Laguna de Tiempo
Capítulo 18: El Hombre Detrás de la Máscara
Capítulo 19: El Mundo Helado
Capítulo 20: El Origen de los Elementales
Capítulo 21: La Fortaleza de Büul
Capítulo 22: La Última Misión
Capítulo 23: Diego Kimhote
Capítulo 24: El Medallón de Plata
Capítulo 25: El Secreto de Fismut
Capítulo 26: Los Primeros Hombres
Capítulo 27: Los Agentes del Caos
Capítulo 28: Cuenta Regresiva para la Reconstrucción
Capítulo 29: El Fin de una Era
Capítulo 30: Epílogo

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